La Paleodieta promueve un enfoque basado en la ingesta de alimentos habituales durante el paleolítico, muchas proteínas procedentes de la caza (carnes magras y pescado), frutas y verduras sin pesticidas ni plaguicidas. Y excluye la ingesta de alimentos "modernos" tales como la leche de vaca, los cereales y sus derivados. Básicamente sus defensores argumentan que en la actualidad todavía podemos comer como lo hacían nuestros antepasados del paleolítico.
Entre sus ventajas destacan la promoción de la alimentación de alimentos no refinados, frutas y verduras no tratadas con pesticidas ni plaguicidas, a poder ser cultivadas por uno mismo, Entre las carnes, se promociona el consumo de carnes magras, es decir prácticamente sin grasa, pescado azul rico en Omega 3. Promueve el consumo de alimentos de proximidad, que no supongan un gran gasto energético en su transporte. Se reduce el gasto energético total, los defensores de esta dieta indican que se debería llevar a cabo puesto que puede solucionar uno de los graves problemas del primer mundo, la obesidad y el sobrepeso, que viene inducido principalmente de un gran consumo de hidratos de carbono.
En la Paleodieta no todo es color de rosas, existen también inconvenientes; la demonización de alimentos simplemente porque las gentes del paleolítico no las consumían, no porque tengan un efecto negativo sobre la salud. De hecho todo lo contrario, está recomendado el consumo de leche, legumbres e hidratos en cualquier dieta equilibrada. Es una dieta basada en lo poco que se conoce de la dieta de nuestros antepasados, mayoritariamente suposiciones de su dieta. Existen escasas evidencias científicas de estudios sobre esta dieta.
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